El Instituto Nacional Brasileño de Investigaciones Espaciales informó de que los bosques amazónicos han disminuido recientemente al ritmo más lento de los últimos 5 años. La deforestación entre finales del verano del año pasado y abril de este año fue un 51% menos intensa en comparación con el mismo periodo en 2022-2023.
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Los bosques de la cuenca del Amazonas se talaron para desmontar tierras, talar madera, desarrollar la ganadería y explotar minas. Un factor clave fue la creciente demanda mundial de carne de vacuno, soja y aceite de palma.
La tala se redujo gracias a las políticas del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que sucedió a Jair Bolsonaro a principios de 2023. Este último abogó activamente por la destrucción de las selvas tropicales y provocó un grave descontento tanto de los activistas medioambientales como de los pueblos indígenas.