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El módulo de aterrizaje se ha posado en la cuenca del Polo Sur-Aitken, uno de los mayores cráteres de impacto conocidos del sistema solar. Se trata del primer intento de recoger muestras de esta región de la Luna raramente explorada.
El objetivo principal de la misión es recoger suelo y rocas lunares y realizar experimentos. El proceso de recogida debe completarse en dos días.
El muestreador utilizará dos métodos: un taladro para recoger muestras bajo la superficie y un brazo robótico para tomar muestras de la superficie. A continuación, el vehículo realizará un lanzamiento sin precedentes desde la cara oculta de la Luna hasta la Tierra.
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