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Expertos de la Universidad Midwestern de Illinois se preguntaron si realmente era así, o si tal vez estos músculos también están presentes en otras especies caninas. Para averiguarlo, los científicos diseccionaron un perro hiena fallecido de la especie Lycaon pictus proporcionado por un zoo. Resultó que estos animales no sólo tienen los mismos músculos para los “ojos de cachorro”, sino que están tan desarrollados como los de los perros domésticos.
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